La última festejación de un cumpleaños ‘diferente’ y ‘a lo grande’ creo que fue este.
Me alegra cuando alguien ‘cercano’ cumple años. Siento que, si llegan a invitarme a la ‘festejación‘, yo seré (y muchas veces suele suceder) el ‘alma de la fiesta’. Y sí, me gustan las celebraciones. Más precisamente, me gusta celebrar todos los cumpleaños… ¡Excepto los míos! Porque hace tiempo que padezco el raro síndrome alérgico incurable de la ‘intolerancia a la autofestejación cumpleañera’. 😣
Un dilema anual
Normalmente me ha ganado la apatía el día de mi cumpleaños. No sé a ustedes pero a mi no me hace mucha gracia hacerme más viejo cada año. Y (‘me van a disculpar bastante pero yo como digo una cosa, digo otra’) no me salgan con las típicas frases de: ‘la juventud se lleva por dentro’, ‘la edad es solo un número’, etc. Porque esas frases, o bien se dicen en ‘joda‘ o bien como consuelo. En la primera forma la acepto y hasta la he utilizado también, pero como consuelo jamás (si, ya sé, qué pesado que soy).
He llegado a pensar que mejor hubiera sido nacer un 29 de febrero y pasar por este dilema cada cuatro años y no a cada año
La explicación
Uno no tiene que hacer absolutamente nada para que la tierra gire y se completen los 364 días al rededor del señor sol, ¿o sí?
En ese sentido, no considero interesante reventarme cohetes, echarme cerveza, o ‘botar la casa por la ventana’ para celebrar por algo que (a decir verdad) no he ganado. Peor aún, algo en lo que ni siquiera he influido en lo más mínimo.
Voy a ser honesto y, quizá, ‘pesado’ en esto, pero no le encuentro mucho sentido. Y no se trata de un trauma o un síntoma de ansiedad, por lo menos no que sepa de forma consciente. Simplemente prefiero celebrar cada instante y no el cumplimiento del año como un patrón establecido.
Ya pero... Solo es una vez al año
Creo que otra forma de consuelo que he escuchado es la frase de: “No se cumplen años todos los días”, en alusión a que debería celebrar mi cumpleaños a lo grande o, por lo menos, de la mejor manera. Entiéndase ‘a lo grande’ y ‘de la mejor manera’ como una celebración con ‘fiesta’ y donde haya mucha pero muchísima ‘diversión’.
También está la otra cara de la moneda, esa que está a favor de la celebración, esa que nos susurra que ‘ha sido un año lleno de nuevas experiencias’ y que ‘hemos aprendido muchas nuevas cosas’ y que ‘hemos ganado madurez’, etc. Que por supuesto es cierto, un año nos da muchas experiencias y aprendizajes (no solo a los que cumplen años ¡a todos!), pero insisto: ¿Por qué celebrar las nuevas experiencias y aprendizajes de forma anual? también podríamos hacerlo cada vez que aprendamos algo interesante y no esperar ‘acumular’ un año como indicador de que ha habido aprendizaje.
No me malinterpreten 🙏
Por ahí alguien me dijo ‘seguramente tu vida no es tan emocionante, por eso no te gusta cumplir años’. Aunque no me guste decirlo, creo que lo apasionante que puede ser mi vida (que de hecho sí lo es) no tiene nada que ver con no querer celebrar un cumpleaños.
Tampoco es que la pase colérico o con sensación de tristeza. Nada de eso. Solo no me gusta ‘autocelebrarme’ algo. No solo el cumpleaños. Y no estoy diciendo que ese día sea un velorio para mi, que la paso con desgano y cargado de tristeza. Nada de eso. Tampoco nos vayamos a ese extremo 😂
A fin de cuentas, considero que yo celebro a diario y en todo momento la vida sin necesidad de armar una ‘fiesta’ por ello. Y si eso no es algo suficiente para algunos, pues debo decir que soy de las personas que se ‘esfuerzan por celebrar’ algo Entiéndase en esta parte que por celebrar me refiero a organizar o salir de rumba, parranda o hacer un desmadre. Pero ojo, no estoy diciendo que me ‘esfuerzo’ en algo para luego celebrar como recompensa por ese esfuerzo. Lo que digo es que, literalmente, me esfuerzo por celebrar las cosas. Es decir, me esfuerzo para que las todas las cosas que hago sean una celebración en sí.
Dicho esto último, debo decir que el día de mi cumple me agrada pasar tiempo con la familia y los amigos, porque es un día en los que ellos me muestran su estima y eso es algo que sí celebro y celebraría a diario como parte de la vida, y no del cumpleaños en sí. Y por supuesto que siempre estaré agradecido con quienes se acuerden de saludarme y mostrarte su aprecio en mi cumpleaños (de forma honesta y más no por cumplir, por supuesto) y en cualquier situación no necesariamente ‘especial’.