Mi método para aprender de todo

aprender lo que te propongas

La clave está en el equilibrio

Como te lo conté en este resumen del 2020, había leído un artículo técnico del BID sobre cómo aprender mejor, de manera fácil y más rápido. Siempre había creído que aquellas personas que (aparentemente) son muy inteligentes, tenían algún método especial o un “no sé qué” que les permite aprender con facilidad.

Tras una larga búsqueda del “santo grial” del aprendizaje, y tras probar distintos enfoques, llegué a una conclusión un tanto obvia: No existe un método único.

Por lo tanto, voy a resumir algunos de los enfoques que, a mi criterio, podrían ayudarnos a construir la capacidad de aprender casi sin esfuerzo y al final contaré mi manera particular de aplicarlo.

Métodos buenos

Para mejorar la adquisición de conocimientos, el maestro de maestros Mario Luna (mi coach desde 2011), propone “sumergirse en una cultura”, es decir, involucrarse en aquel entorno o área en el que uno desea aprender y donde se desenvuelven personas o entidades que ya conocen del tema o tienen experiencia en él.

Otra de las ‘técnicas’ que propone ML es el de ‘simultanear’ o practicar el ‘absortismo’ (como él lo denomina). Esto significa que, siempre es posible aprender algo nuevo mientras se realiza una actividad que no requiera atención plena. Un ejemplo sería: escuchar un audiolibro mientras lavas los platos, aprender inglés (en audio) mientras barres la habitación, aprender acerca de las novedades de tu sector mientras realizas ejercicios, etc. Esto se podría entender como “adquirir un conocimiento de forma inconsciente”.

También probé el enfoque que escuché a Freddy Vega de Platzi (una ‘escuela’ de tecnología con fuerte presencia en Latam), que hacía énfasis en adquirir contexto en primer lugar antes de sumergirse por completo en la búsqueda del saber de un área en particular. Esto funciona, pues parte del mismo enfoque que el de “sumergirse en una cultura”.

Courtney McColgan (emprendedora serial fundadora de Runahr) en una entrevista explicó que su forma de aprender de manera rápida tenía su impulso en forzarse (obligarse) a aprender algo. Exigirse. Ponerse en una situación en donde el único resultado posible sea aprender. En base a ello, tuvo que irse a China por un tiempo para aprender mandarín, vivir en Latinoamérica para aprender y mejorar el español, trabajar en alguna empresa por tiempo limitado (por lo general 2 años como máximo) y adquirir la mayor cantidad de conocimiento.

Aprendizaje difuso

Especial énfasis merece este enfoque pues se trata en un aprendizaje “soft” (ligero), es decir, sin esfuerzos y está orientado a la adquisición de los primeros conocimientos en un tema nuevo (adquirir contexto) para luego ir profundizando poco a poco. También se caracteriza por la inclusión de interrupciones para “despejar” la mente y descansar. 

En términos generales, se busca intercalar ocio y aprendizaje constantemente y a todo nivel.

Una metodología que calza dentro de este enfoque es el conocido como “método pomodoro”, muy recomendable para labores (incluido el aprendizaje) que requieren concentración durante un periodo determinado, normalmente un día. Aunque no utilizo este método, debo decir que es altamente recomendada para iniciar a perfeccionar una técnica propia.

Enfoque personal

Teniendo en cuenta lo comentado, debo decir que este es un “enfoque” personal y no debe ser tomado como un método aplicable a todos. Dicho esto, tampoco pretendo que este artículo se malinterprete y se tome como que estoy buscando presumir de “genio” o “gurú del aprendizaje”. Nada más lejos de la realidad. Lo único que pretendo es compartir mi experiencia y mis sugerencias para quienes se hayan chocado con preguntas del tipo: “Cómo puedo aprender más rápido” o “cómo aprender mejor”.

Como describí al inicio, lo que mejor me ha funcionado es la combinación y equilibrio de todos los enfoques que he descrito. Podría resumir que se trata de una “simbiosis” cuya denominación bien podría ser “aprendizaje forzado difuso”

Para forzar el aprendizaje, hago actividades como esta: Escribir. Esto refuerza también aquello que aprendo. También me gusta enseñar, de lo cual podría proponer algunas frases como “el que enseña, aprende dos veces” o “el que enseña aprende más que el alumno”.

Otra forma de autoexigencia es revisar y documentar aspectos de los cuales me interesa aprender y relacionarme con personas con mayor información y experiencia en el tema a través de polimatas.club, una comunidad en línea que fundé con el propósito de aprender de otros de forma rápida y más fácil (sumergiéndome en una cultura).

También, a manera de distracción, alterno mis actividades principales con deporte, ocio (incluidas las fiestas o eventos) y lecturas por placer que me permitan desarrollar un pensamiento lateral, es decir, para lograr ‘mezclar’ aspectos y temas que no guardan relación a simple vista, pero que, una vez bien asimiladas, me permitan promover el no tan famoso efecto Medici y a estimular el SAR (profundizaré en estos temas en próximos artículos).

Por tanto, para poder resumir el enfoque que utilizo, podría estar basado en estos 5 pilares:

  • Alternar actividades
  • Combinar tareas
  • Aprender en comunidad
  • Descanso y ocio
  • Repetir el ciclo

Como mencioné, se trata de un enfoque personal y no debe tomarse como un método general. Es deber de cada uno poder encontrar un enfoque perfectible para un aprendizaje rápido y, preferentemente, (casi) sin esfuerzo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Cart
  • No products in the cart.