En la Odisea de Homero, Ulises retorna a Ítaca tras 10 largos años a recuperar lo que le pertenece. El hombre que regresa es, por mucho, distinto al hombre que se fue.
Tardé en volver, me entretuve
buscándome la vida, deambulé
anduve de nube en nube
estuve de hotel en hotel
el amor de la pluma obtuve
por haberle sido fiel, tuve
millones de rimas agarradas a mi piel
decían: “no te soltaremos hasta estar en el papel”
Justificación
Han pasado más de dos años desde que no he escrito nada por aquí. Es mucho tiempo realmente. Tiempo que no consideré que llegaría a pasar.
Ni siquiera recuerdo con precisión por qué me alejé de escribir. Pero haciendo un pequeño cálculo, el periodo en el que dejé de escribir coincide con la época en la empecé a enseñar en la universidad, por lo tanto, asumo que ello fue una prioridad y factor importante para hacer un alto en este blog.
A pesar de ello, considero que fue un tiempo necesario e importante que me ha permitido madurar en algunos aspectos (no en todos, por supuesto).
Una metáfora imprescindible
No me gusta utilizar el termino “ocupado”, así que diré que todo este tiempo he estado “entretenido”. He estado en un estado de aprendizaje y construcción continuo, aprendiendo no solo de forma teórica con libros y formaciones sino también de la vida misma. En suma, he estado, como suele decirse, “afilando el hacha”.
Considero que el término “afilar el hacha” es más que solo un buen juego de palabras. Quizá escriba sobre esto más adelante, pero de momento quedémonos con que se trata de tener las mejores herramientas para hacer el trabajo más fácilmente.
De momento, no sé realmente si el regreso a este blog será permanente o si podré mantener un ritmo sostenible, pero anunciarlo me motiva a seguir adelante.
Por eso, este artículo servirá no solo para anunciar que he vuelto a seguir documentando aspectos, quehaceres de los acontecimientos que voy viviendo día tras día, semana tras semana, sino también como anclaje (como se le suele decir en PNL) para seguir escribiendo y sobre todo ir aprendiendo juntos. Siento que tengo información muy importante que compartir contigo.
Considero que he aprendido bastante en todo este tiempo y creo que ya ha llegado el momento (por fin) de poder transmitírtelo.
Te comparto el viaje
Este tiempo lejos del teclado no fue en vano; al igual que un leñador afila su hacha antes de un gran desafío, actualmente considero que yo también necesitaba este tiempo para reenfocar mis ideas y mejorar mi perspectiva.
Por ello, querido lector, espero que compartamos este retorno juntos, ya que vuelvo con nuevos proyectos y aprendizajes que quiero compartirlos contigo.
Y, aunque tuve dudas de anunciar este regreso, recordé que hace tiempo escribí en este mismo blog sobre las lecciones que aprendí de un libro de Richard Branson, entonces, siendo coherente con ello, me dije: ¡A la m… Hagámoslo!